Corres el riesgo de sufrir, pasarlo mal, decepcionarte. Pero al final todo es pasajero y nada deja marcas.
La certeza es que siempre ganarás algo: si no es aquello que buscabas, será un valioso aprendizaje que no está en ningún libro.
Y, entonces, tu corazón quedará en paz contigo porque contestaste las preguntas que le inquietaban.